
Ministerio de Alabanza
Nuestra Señora del Milagro
CANTOS DE LA COMUNIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS
“Tomad y comed, esto es mi cuerpo… Tomad y bebed, esta es mi sangre”.
Breve historia:
Todos conocemos la historia de la Última Cena.
Significación teológica-bíblica:
La comunión, unión común, nos une a la iglesia que es y será la “Comunión de los Santos”. Nos une y nos sumerge a todos en Cristo.
Contenido litúrgico-pastorales:
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El canto de comunión une nuestra persona con Cristo y a todos los que comulgan.
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Si por la comunión nos fundimos con Cristo y con los hermanos, con el canto afirmamos esta unión.
Objetivos-funciones del canto de comunión:
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Acompañar el fluir de la procesión de la comunión.
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Expresar por medio de las voces la unión de mentes y corazones.
Cuándo cantar y cuánto:
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El canto de comunión lo puede cantar toda la asamblea, el coro, algún solista o solistas.
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Lo puede sustituir un acompañamiento de órgano o de instrumentos.
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El canto comienza con la comunión del sacerdote y concluye cundo terminan los fieles de comulgar.
Criterios para la selección del canto de comunión:
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La música debe acompañar y favorecer la marcha de la procesión.
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El movimiento ha de ser sereno.
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El texto debe referirse al significado propio de la comunión, compartir el don, unión, fiesta, relación profunda con Dios, deseo de participar, reunir el Universo entero en Cristo, el Señor, y compartir en la caridad con los hermanos.
Características generales:
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El canto puede hacer referencia al momento de la comunión o estar relacionado con alguno de los temas de la liturgia de la Palabra; si engloba ambos aspectos, mejor.
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Al desarrollarse el canto en un momento de movimiento una de las características rítmicas será la de ayudar a ese movimiento.
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Es conveniente intercalar entre las estrofas un interludio instrumental.
Resumen:
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En la procesión de la comunión se puede cantar, tocar el órgano o los instrumentos.
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El coro puede cantar solo. Es un buen momento también para las intervenciones de solistas.
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El canto acompaña una procesión, no debe entorpecer el movimiento.
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El texto ha de referirse y favorecer esa común unión.
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El texto puede glosar algo de los contenidos relacionados con la liturgia de la palabra o reflejar la alegría de recibir a Cristo y hacer más fraternal el encuentro entre hermanos.
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Comienza cuando comulga el sacerdote y termina con la comunión de los fieles.
CANTOS DE ACCIÓN DE GRACIAS:
En algunas comunidades se tiene la costumbre de cantar un canto después de la comunión como acción de gracias.
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Este canto lo puede suplir un buen acompañamiento de órgano o un solista.
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El canto de acción de gracias será mucho más delicado, más íntimo, más oración.
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En comunidades pequeñas se deja el canto para después de la comunión. Mientras comulgan no quedan suficientes personas para cantar.
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También es muy conveniente el silencio oracional.
Resumen:
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Cantar canciones de acción de gracias.
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Buscar cantos más recogidos e íntimos.
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Hacer acompañamientos suaves, delicados.
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Favorecer la oración personal.
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Puede ser un tiempo para el órgano, los solistas o los coros.
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